Fotografía natural
Solemos hablar los fotógrafos de boda que es muy importante la conexión con las parejas que fotografiamos porque es la forma de contar con imágenes una historia de una manera natural. Como suelo decir, me gusta convertirme en un invitado más con cámara, con quien los novios tengan confianza para pedirme fotos y yo para proponer. Es la manera personal de conseguir que cada boda sea diferente y la afronte con ilusión renovada. Con Sole y Ben ocurrió una conexión mutua desde el primer momento. De esto me he enterado con el tiempo, ellos conectaron con mi manera de fotografiar y vivieron sensaciones familiares al ver reportajes hechos, mucho antes de hablar hablado por primera vez. Tras conocerlos virtualmente y más tarde con su boda, no puedo más que decir que me siento muy identificado con su manera de celebrar la vida y el amor.
Todo ocurrió en una finca familiar a las afueras de un pequeño pueblo del sur de Burdeos. La finca destaca por su ubicación, pero también por cada uno de sus elementos: una casa de campo restaurada con mucho gusto en su interior con una concepción contemporánea, un gran manzanero bajo el cual se celebró la ceremonia, un bosque cercano donde se realizó la comida, y sobre todo por la presencia de un antiguo secadero de tabaco, que fue el lugar multiusos que acogió varios momentos importantes de la boda. Siempre en contacto total con la naturaleza, aprovechando los rincones de la finca, y las flores y frutos de su jardín para la decoración.
MENÚ DE BODA:
UN VIAJE GASTRONÓMICO POR FRANCIA, ARGENTINA Y ESPAÑA.
PRIMERO:
Ostras de la bahía de Arcachón, Foie Gras, Empanadas Tucumanas, Humitas, Pá amb tomáquet, gazpacho, y embutidos de Zaragoza.
SEGUNDO:
Mechui
POSTRE:
Quesos de Aillas: Tomme de vache, Compté, y Brebis. Dulce de batata, alfajores de maicena y empanadillas dulces.
Vino de Burdeos.
Sole es argentina, Ben francés, y se conocieron en Barcelona donde residieron durante algún tiempo. Es importante esta conexión para entender la importancia de la variedad del menú de su boda. Sin contar el Mechui, cada una de las preparaciones de la comida fue elaborada por ellos mismos y su familia homenajeando a sus orígenes y los lugares donde vivieron. También fue hecho por ellos mismos la decoración, la tiara y el ramo de la novia (confeccionados con flores de la finca), las invitaciones y todo el montaje. Un auténtico D.I.Y.
Segundo fotógrafo: Domin Cazalla; Vestido de novia: Chiffon Atelier; Novio: De Fursac; Mechoui: Mac Mechoui;
